Ampliar la colaboración en la cadena de suministro: clave para proteger a los consumidores de las altas tarifas de flete marítimo
En un artículo publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Jan Hoffmann, su líder de Logística Comercial, se refirió a cómo proteger a los consumidores de las altas tarifas de flete marítimo.
“El envío en contenedores apuntala el transporte y la entrega de productos manufacturados a nivel mundial, incluidos insumos, piezas, componentes y bienes de consumo. Inmediatamente después de la pandemia de covid-19 y sus secuelas, el costo del envío de contenedores ha alcanzado máximos históricos”, afirma Hoffmann. “El costo de enviar un contenedor estándar de 20 pies desde Shanghai a Brasil, por ejemplo, es hoy casi cinco veces más alto que el promedio de los últimos doce años”, ilustra.
¿Cuáles factores inducidos por la pandemia ejercen presión sobre el suministro en la industria del transporte marítimo? El primero es “el rápido e inesperado repunte, y sin precedentes, del comercio en contenedores gracias a una pronta y rápida recuperación en China”, responde Hoffmann.
También influye el tiempo de respuesta para contenedores, remolques y barcos en puertos y enlaces de transporte intermodal, que “es más lento de lo normal, ya que los puertos, los proveedores de transporte y los cargadores deben cumplir con las regulaciones sanitarias y el distanciamiento social”. Otro factor incidente está en que “la capacidad de oferta no está creciendo lo suficientemente rápido para alcanzar la demanda y la capacidad de los puertos para adaptarse es más limitada que la de las líneas navieras”.
“Tales factores -apunta Hoffmann- han exacerbado la congestión en los puertos clave y los nodos de envío, aumentado las demoras, reducido la visibilidad de los envíos, elevado las tarifas y los recargos”. Además, “se han agregado salidas en blanco, aumentado los costos de envío generales y amplificado las fricciones comerciales”.
Para Hoffmann, esto significa que las altas tarifas de flete tienen un impacto directo en el precio de importación de los bienes y, en la medida en que los costos se traspasan al consumidor, también en el precio final en la tienda.
Según precisó, “dependiendo del tipo y valor de los bienes, el nivel actual de los costos de flete equivale a valores entre el 0,35% del valor minorista para ropa de alto valor y el 63,55% para muebles de bajo valor y gran volumen”.
Lo problemático es que, de acuerdo con el representante de la UNCTAD, tendencias a mediano y largo plazo “sugieren que las tarifas de flete probablemente seguirán siendo más altas que el promedio anterior a largo plazo durante varios años”.
El análisis de la UNCTAD muestra, en tanto, que las economías pequeñas y vulnerables también se enfrentan a mayores costos de transporte internacional. “Por ejemplo, un pequeño estado insular en desarrollo típico paga en promedio el doble por el transporte de sus importaciones que un país desarrollado típico”.
¿Qué se puede hacer? Hoffmann sostiene que, si bien la escasez de contenedores vacíos originada por la pandemia no tiene precedentes y que es probable que pasen varios meses antes de que el sistema reanude sus operaciones sin problemas, hay tres consideraciones clave para los formuladores de políticas en orden a ayudar a reducir la probabilidad de que ocurran situaciones similares en el futuro: la facilitación del comercio y digitalización para cadenas de suministro resilientes; el rastreo y el seguimiento de las escalas portuarias y los horarios de las líneas marítimas; y la competencia en transporte marítimo. En este último ámbito, Hoffmann apunta que “los transportistas han enfatizado que no tienen acceso a contenedores vacíos para las exportaciones y enfrentan viajes en blanco, así como altas tarifas de flete, y las autoridades de competencia están investigando comportamientos potencialmente abusivos”. Según plantea, “es importante garantizar que las autoridades nacionales de competencia puedan monitorear las tarifas de flete y el comportamiento del mercado”.
“En conclusión -dice el líder de Logística Comercial de la UNCTAD-, es fundamental garantizar una colaboración reforzada y mejorada en toda la cadena de suministro marítimo, con todos los actores trabajando juntos para mejorar la eficiencia, la transparencia y la confiabilidad, mientras se mantiene un entorno operativo rentable para las compañías navieras, los puertos y los proveedores de transporte terrestre”.
Fuente + Foto: unctad.org/news – http://ow.ly/DCkU30rQBKi