Estudio advierte “cierto grado de discriminación de género” en la industria marítimo-portuaria chilena

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Académicos de las universidades de los Andes y de Valparaíso investigaron la situación de la mujer y de la equidad de género en este rubro, que sigue siendo predominantemente masculino. Se determinó, en la muestra, que la brecha salarial llega a casi el 11%, aunque disminuye al 6,37% al comparar a trabajadores de iguales características sociodemográficas y laborales. Además, falta un mayor conocimiento de los protocolos sobre discriminación y acoso.

Una brecha salarial de casi un 11 por ciento entre mujeres y hombres que trabajan en la industria marítimo-portuaria, pero que se reduce a 6,37% al comparar a personas que están en las mismas condiciones sociodemográficas y laborales, determinó una investigación encabezada por académicos de las universidades de los Andes y de Valparaíso.

El “Estudio de Equidad de Género en la Industria Marítimo-Portuaria en Chile” fue presentado en un seminario en la Universidad de los Andes, ante autoridades gubernamentales, ejecutivos de empresas del rubro, representantes de sindicatos de compañías portuarias, profesionales y trabajadores del sector, y académicos y estudiantes.

Sus autores son los doctores Rosa González y Andrés García, profesores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, y Daniella de Luca, académica de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso.

OCHO PUERTOS

El profesor García expuso los propósitos, la metodología y las conclusiones del estudio, el que se concentró en un sector que varios invitados definieron como predominantemente masculino. En efecto, el académico precisó que, en Chile, una de cada cuatro personas que trabaja en la industria del transporte y el almacenamiento son mujeres, pero que el porcentaje disminuye en el rubro portuario, llegando al 12%.

En ese contexto, y considerando además el desconocimiento que hay -según indicó- sobre varios aspectos de la participación y las condiciones de las mujeres en la industria marítimo-portuaria, se volcaron a “hacer un diagnóstico para la industria marítimo-portuaria de Chile en materias de igualdad de género, a través de la identificación y cuantificación de brechas de género en distintas dimensiones”.

Junto a entrevistas a expertos, el grupo de investigación concretó 724 encuestas entre junio y diciembre de 2021, entre trabajadores de ocho puertos chilenos: Arica, Antofagasta, Mejillones, Coquimbo, Valparaíso, San Antonio, Lirquén y Punta Arenas. De ellas, 397 provinieron de personas que laboran para concesionarias de terminales portuarias. También respondieron trabajadores de empresas estatales y de otras firmas. El 66,9% de los encuestados son hombres, mientras que un 32,8% son mujeres; el 0,3% declaró no responder a un género no binario. “Estas cifran confirman un dominio del sector masculino en la industria”, apuntó García.

Entre los hallazgos de la muestra, destaca que las mujeres son predominantemente solteras y que los hombres son casados o han celebrado el acuerdo de unión civil; además, la mayoría de ellas tienen un título técnico o profesional, mientras que, entre los hombres, muchos tienen enseñanza media completa o un título técnico; y, por otro lado, ellas están sobre todo en los cargos administrativos, en tanto que ellos se distribuyen en todos los tipos de cargo, incluyendo administrativos, operativos y gerenciales.

BRECHA SALARIAL

En cuanto a los sueldos, las mujeres de la muestra ganan en promedio $1.223.100 y los hombres, $1.356.200. La brecha es, entonces, de 133.100 pesos, un 10,9%, bastante cercana a la de otros sectores en el país, que promedia el 12%.

Ahora bien, “cuando se compara a las personas con las mismas características sociodemográficas (edad, responsabilidades en el hogar, estado civil, educación) y laborales (experiencia, tipo de contrato, cargo, jefatura, organización), la brecha disminuye al 6,37%”, especificó el académico de la Universidad de los Andes, quien puntualizó que “la brecha de casi 11 puntos podría ser mayor si consideramos los problemas de representatividad de la muestra (hay pocos encuestados con contratos eventuales)”.

El doctor en economía comentó que, para el grupo de investigación, “parte de esta brecha se explica por las diferencias entre hombres y mujeres, por ejemplo, en educación, la edad de ellas, que son menos en los cargos gerenciales… todo eso contribuye a que ellos ganen más, aunque el mayor nivel educativo de ellas ayuda a disminuir la distancia”. Y recalcó: “A nuestro juicio, habría un cierto grado de discriminación de género”.

Indicó que mientras mayor experiencia tienen las personas que trabajan en la industria, “más grande es la brecha entre hombres y mujeres”, lo cual podría explicarse “por la desigual ocupación del capital humano”. En este sentido, afirmó que la maternidad limita la participación de la mujer, así como el poder de negociación estaría poniéndolas en desventaja.

Sí se advirtió que “en las empresas portuarias estatales, la brecha de remuneración es nula, lo que se explicaría por la ley de transparencia y las políticas de igualdad de género impulsadas por el Gobierno”. En el resto de las compañías, en todo caso, la brecha es desfavorable a ellas.

PERCEPCIONES

En el estudio, también fueron medidas las percepciones sobre siete aspectos negativos de la industria. Andrés García destacó las diferencias entre hombres y mujeres respecto de cinco de ellos: acoso laboral, maltrato laboral y psicológico, discriminación para los ascensos, acoso sexual y discriminación salarial. En particular, se concentró en este último, diciendo que las mujeres se ven más afectadas por esta práctica que los hombres, aunque distinguió que, en general, las percepciones de unos y otros son positivas.

Asimismo, las mujeres sienten menor conformidad con cómo se han implementado medidas como beneficios de maternidad o paternidad adicionales a los exigidos por la ley, instalaciones de cuidado infantil en el lugar de trabajo, programas de capacitación acerca de temáticas vinculadas a la igualdad de género, procedimientos y/o reglamentos de equidad de género, capacitaciones y apoyo en caso de violencia intrafamiliar, y salas de lactancia.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

A la hora de las conclusiones, García dijo que se confirma que “el sector es masculinizado; aun en igualdad de condiciones, se observa una brecha significativa en remuneraciones, que crece a medida que se incrementa la experiencia de los trabajadores; las mujeres declaran una mayor afectación por aspectos negativos y de trato discriminatorio, un mayor sacrificio de su vida personal y familiar, un menor conocimiento de protocolos, y la percepción de que hay una menor implementación de prácticas empresariales con enfoque de género”.

El grupo de investigación entregó, finalmente, recomendaciones, incluyendo “fomentar la incorporación de más mujeres, sobre todo en sectores donde están sub representadas; buscar una mayor equidad en el desarrollo de la carrera profesional; revisar las remuneraciones; crear campañas informativas y programas para que las mujeres sepan mejor qué hacer ante una situación que las afecte; generar protocolos con enfoque de género; implementar prácticas empresariales en materia de igualdad de género; y que las compañías se certifiquen en la norma Nch3262-2012 para la gestión de la igualdad de género y la conciliación de la vida familiar y personal con la laboral”.

“Este es un primer paso para que los puertos conozcan la situación actual y esperamos que estos resultados los impulsen a avanzar en erradicar las brechas de género existentes”, concluyó el académico de la Universidad de los Andes.

Primer Estudio de Género Marítimo PortuarioFuente Youtube: empresaoceano

Fuente: Porthink por:  Claudio Lobos Romero

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