Los desafíos de la logística ante la gran proyección de esta industria en Argentina, Bolivia y Chile

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En un foro organizado por el diario boliviano La Razón, grandes ejecutivos de la minería y el transporte de los tres países abordaron la necesidad de planificar, integral y sosteniblemente, la logística que hará posible la producción y exportación del mineral blanco desde el llamado triángulo del litio, el que concentra más del 75% de las reservas de este en el mundo, para así hacer frente a una demanda global que crece exponencialmente.

La zona geográfica conocida como el triángulo del litio, en la que convergen áreas del norte de Chile y de Argentina, y del suroeste de Bolivia, las que incluyen varios salares, posee más del 75% de las reservas probadas del metal blanco en el mundo. Además, poseen una mejor disposición para la extracción, que no es nada sencilla en las minas de roca dura o pegmatita que están en otras partes del orbe.

Dicha condición ofrece la proyección de una gran industria, sustentada en uno de los commodities más demandado del mundo, dado que, por al ser altamente reactivo y ligero, es un componente ideal para las pequeñas baterías de teléfonos móviles, ordenadores portátiles y altavoces inalámbricos o de gran formato como las que usan los automóviles eléctricos.

EL FACTOR AMBIENTAL

Una cuestión central para que la industria del litio de estos tres países prospere y se posicione en los grandes mercados internacionales, es la de la logística. Sobre este tema expusieron connotados actores del sector, en el foro digital “La Logística del Litio”, organizado por el diario boliviano La Razón con el apoyo de la revista América Economía y de agrupaciones empresariales del país altiplánico.

Los especialistas destacaron el crecimiento del mercado del metal blanco, las oportunidades económicas que esto genera y los consecuentes desafíos para llegar con la producción hasta los centros mundiales de consumo. Coincidieron, en este último aspecto, en la necesidad de una planificación integral de la logística, que reconozca las particularidades de cada caso y las oportunidades para la integración sinérgica. Advirtieron diferencias entre los tres países, tanto en la naturaleza y cantidad de sus salares, como en el desarrollo de sus redes viales.

José de Castro, director operativo de la compañía Integra Lithium, planteó que la realidad del litio en Argentina es muy distinta a la de Chile y que hay más similitudes con Bolivia. “La diferencia con Bolivia es que tenemos un poco más esparcida la producción de litio y no tan concentrada, como puede ser en Uyuni y Coipasa, en el caso boliviano. En Argentina son más de 35 salares en exploración, de todo tipo y tamaño. Esto hace que la red de comunicación sea complicada”.

El consultor argentino, con vasta experiencia en el desarrollo de proyectos y operación integral de minas de litio, dijo que la logística no puede no considerar “ciertos compromisos con la sostenibilidad”: “No se trata de pensar solo en la reducción de costos, sino también en la menor emisión de dióxido de carbono, que es justamente para lo que se está requiriendo el litio”.

Indicó que, al año 2019, Chile llegó a 96 mil toneladas de producción por año y Argentina, a 40 mil, mientras que Australia superó las 350 mil. “Australia es el país que mejor ha aprovechado la oportunidad del litio, habiendo aumentado la producción desde 120 mil toneladas en 2016”, apuntó De Castro. Chile, en cambio, solo incrementó la generación desde 72 mil, por lo que solo registró 24 mil más.

PRIORIZAR EL FERROCARRIL

El ejecutivo dijo que Estados Unidos, China, Japón y Corea del Sur son los principales destinos del litio argentino, tras lo cual abordó los desafíos logísticos de Argentina, donde el 75% de todo lo que se transporta se hace vía camiones y el 18% se lleva por medio del tren. “Hay espacio para mejorar la eficiencia logística de Argentina. El transporte ferroviario presenta ventajas económicas frente al transporte vial”, comentó De Castro, quien dijo que el transporte vía rutas camineras es más costoso.

“La estrategia terrestre debe pasar por establecer un sistema óptimo de transporte para la óptima exportación de carbonato de litio y derivados por puerto marítimo hacia China y Estados Unidos”, afirmó el consultor, quien ejemplificó algunas complejidades de la logística en torno a este mineral: “Hay que subir a 4 mil metros de altura, por rutas no pavimentadas. A veces está la nieve en invierno, la lluvia en verano… todo eso trae desafíos”.

Además, planteó que hay un gran potencial para la industria en general y también la del litio, a partir de la futura implementación del corredor bioceánico que conectará desde Brasil a Chile, con lo cual se podrá satisfacer mejor la demanda desde países del Pacífico y fomentar encadenamientos productivos en los países que conforman la Zicosur. En este marco, sostuvo que se debe potenciar el uso del ferrocarril, por ejemplo, conectando mejor el norte de Argentina con el norte de Chile. Esto exige reparar cientos de kilómetros y generar los contratos y las condiciones necesarias para otros tramos.

DEMANDA Y FLUJOS

Carlos Gill, presidente de la Empresa Ferroviaria Andina, expuso que “el litio es un elemento que ha cobrado considerable relevancia en la actualidad, ya que es un mineral clave para los sistemas de almacenamiento de energías más eficientes. Las baterías reversibles de ion de litio son las que hacen posible la electromovilidad, en conexión con las energías renovables”. A su juicio, esto sitúa a la humanidad ante un nuevo paradigma energético.

“Se espera que la demanda del litio se incremente en un 800% en los próximos diez años”, dijo la máxima autoridad de la compañía ferroviaria boliviana. Esto se está viendo acelerado por los compromisos asumidos por los países fabricantes de automóviles, que han definido abandonar la producción de unidades con motor de combustión interna a partir de 2025 hasta 2040.

“Para el 2040 se estima que el transporte del litio alcance los 4,5 millones de toneladas”, dijo Gill. Y añadió: “Bolivia es el país que tiene el potencial más importante y tiene una ventaja enorme, porque tenemos la logística prácticamente completa”.

Rodrigo Jasen, gerente de Logística Global de SQM, compañía minera chilena líder en la producción y comercialización de litio en nuestro país, postuló que considerando las capacidades que pueda haber en la región de Antofagasta, “el trabajo que debe hacerse desde Argentina y Bolivia es tener un completo entendimiento de la capacidad instalada en Chile, en cuanto a las rutas para camiones y también ferroviarias. Además, se debe saber que ya existe un flujo importante de carga que se transporta a los distintos puertos del norte de Chile. Así, se podrá anexar lo que ya hay en nuestra región minera e integrar estos elementos en la estrategia local”.

El ejecutivo subrayó que “tener una comprensión de la capacidad instalada en Chile podrá beneficiar las proyecciones que puedan surgir tanto desde Argentina como de Bolivia”.

Fuente: Porthink por:  Claudio Lobos Romero

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